Que extraño Después de leer mi memoria de leerte, prefiero decir, de leerme. Estoy solo y quieto adusto con este sueño de versos me convierte en un ser extraño. Escasos recuerdos de niño me alcanzan, escasos sonidos de un brote de agua por un costado Son estas las flores que de mi alma tienen aromas Como si hubiesen un centenar de pájaros guardados, quién sabe para que hora, quién sabe si alguna vez volarán quién conoce remotamente esas tierras donde ellos posan y quien sabe, si al volar volverán. Pues algún Dios los oirá más lejos, en una lejanía, como la altura de la catedral interior en la cual guardo los minutos más elevados. Las tempestades secretas la noche última como la última nota que se escribe en la vigilia y quien sabe si prefiero entonces, estar solo y quieto. Adusto con este sueño de versos, después de leer mi memoria de leerte, prefiero decir de leerme. Luis Gilberto Caraballo 2008 |
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viernes, 4 de julio de 2008
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