jueves, 11 de febrero de 2010





EL HOMBRE QUE YO AMO

El hombre que yo amo
quiere ser cigarra
yo quiero ser entonces
la subterránea savia que lo nutra.

Tiene hábitos semiclandestinos
y aunque comprensibles
yo quiero que sea un sol
que no se apague.

Se complica la vida
por soñar en rojo
pero hay marcha común
en nuestros pasos.

A veces
elige entre las sombras
confunde mi flor con mariposa.

Eso se debe
a que pasa encerrado
en un Salón Azul
que para nada es cielo.

El hombre que yo amo
tiene muchas edades
mucha vida vivida y por vivir.

Él sabe que llevo desde antes
sus secretos en el pecho.

Que puedo acompañarlo
en esa sociedad de buenos modales
y falsos discursos
pero que prefiero las tardes
observando la ciudad bajo la lluvia
poblados los dos de húmedos besos.

El hombre que yo amo
ha cambiado a la mujer
que escoge o abandona
por esta que lo aguarda
desde aquel día que duró muchos años
desde el ayer que es nuestro ahora
en este hoy que es nuestro
siempre. Marisol Briones.

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